PRIMERO ES LA ESTRATEGIA, SEGUNDO ES LA ESTRATEGIA, TERCERO ES LA ESTRATEGIA…LA DIFERENCIA ES SIEMPRE LA ESTRATEGIA Y SU EFICIENTE IMPLEMENTACIÓN.

Hoy en día es muy común escuchar el uso del término Planificación Estratégica, especialmente entre profesionales de empresas medianas y grandes, y su uso es aún más común en los meses de Noviembre, Diciembre, y en ciertas ocasiones en Enero de cada año, cuando aquellas empresas que lo han adoptado dentro de su vocabulario, hacen un análisis de cómo han sido los resultados del año, o qué se proponen alcanzar el año entrante. Hay muchos libros al respecto, muchos cursos disponibles para todos y cada uno de nosotros, y, sin embargo, en mi propia experiencia, una cosa es conocer el concepto y otra muy diferente aplicarlo efectivamente.

Según la teoría la Estrategia aplicada en el mundo empresarial, y creo que, en cualquier otro ámbito, orienta las decisiones y el actuar dentro de una organización (sin importar el tamaño) para alcanzar los objetivos propuestos. Se podría afirmar que aunque no lo creamos, este concepto esta presente en casi todas las empresas o emprendimientos, a pesar de que no siempre se le asigne el nombre de Estrategia como tal. A diario los emprendedores, los gerentes y directores toman decisiones para hacer crecer sus empresas, y hacerlas competitivas, lo cual nos permite observar que no debería ser materia de discusión lo importante que la Estrategia es para cualquier organización. Más aún, en estos tiempos, la Estrategia puede catalogarse como un verdadero manual de supervivencia. Tal vez, lo realmente importante o debatible debería ser el cómo se implementa, como se comunica, como se mide o como se controla su efectividad (como se transforma).

Se podría incluso establecer una analogía entre la implementación de la Estrategia y una actividad para todos tan vital, y hasta de cierta forma automática, como el comer. Ahora bien, el comer y el lograr establecer un hábito de una alimentación balanceada, son cosas totalmente diferentes.  Todos comemos (asumiendo el mejor de los escenarios) pero hacerlo de forma balanceada, y apropiada para nuestras necesidades, y de acuerdo con nuestros objetivos, tienen implicaciones diferentes y requiere actuaciones fuera de lo habitual para la mayoría. Muchas veces, se requiere apoyarse en terceros, en especialistas que nos guíen mejor en lograr el propósito de aprender a alimentarnos adecuadamente, puesto que éstos podrían tener la experiencia, el conocimiento y la panorámica más amplia de cómo llegar a la meta propuesta. Al igual, que con la alimentación, si hay algo seguro, es que el cambio es una variable constante tanto en temas de alimentación como en implementación de una estrategia empresarial; una forma de alimentarnos puede variar dependiendo de circunstancias varias que van desde temas de salud, de ganar años, de muchos factores, incluyendo la economía. Igual, sucede con una Estrategia en una compañía, no importa tamaño, ni sector, ni localización…el factor que no varía es que debe ajustarse siempre a factores internos y exógenos, para ser eficientes, debemos transformarnos, adaptarnos.

¿Cómo podríamos ser más eficientes en la ejecución de la estrategia empresarial trazada?

5 cosas por hacer a nivel personal, y/o comunitariamente:

¿Qué pasa si no se logra la eficiencia de la que se habla en este texto?

Nada dirían los sarcásticos, o todo lo negativo imaginable. En sí, el resultado positivo o negativo depende de cada uno de los participantes del diario acontecer de una compañía, o sea de cada uno de sus colaboradores. El éxito al implantar la planificación estratégica reside habitualmente en la cultura empresarial y en la capacidad de la compañía para mitigar las resistencias al cambio. Es fundamental saber a qué te dedicas, cuál es tu mercado, cuál es el problema que resuelves o la necesidad que satisfaces con tus servicios o productos. La planificación estratégica ayuda a determinar el rumbo, la velocidad y las fases para cumplir tu misión y visión. Sino hay claridad en el norte, o hay resistencia al cambio, buscar apoyo externo podría ser clave. Porque una estrategia bien implementada será definitivamente tu ventaja, y eso no tiene precio ya que hará la diferencia entre si hay o no un futuro para su empresa.

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